Personalmente, creo la manera de aprobar las Leyes Laicas no fue la mejor, ya que se aprovechó el momento de crisis que vivía el país y promulgó las leyes cuando los opositores de ésta no podían defender sus pensamientos. Sin embargo estoy de acuerdo que la Iglesia sea un poder separado del Estado, siempre cuando esta división o decisión de haya tomado en un contexto de tranquilidad y estabilidad política. Sólo de esta forma es posible tomar decisiones de forma consciente y tomando en cuenta los pro y contra que ésta puede significar. También teniendo a favor este escenario, la escucha a las diferentes opiniones o visiones sobre el tema se hace obligatoria y necesaria.
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